martes, 17 de junio de 2014

La verdadera amistad


Con la aparición de las nuevas tecnologías son muchos los que presumen de tener centenares de amigos por el mero hecho de poseer un gran número de contactos en las redes sociales (léase tuenti, twitter y facebook entre otras). La mayoría de las veces, se trata de personas conocidas con quienes a penas intercambian unas palabras o incluso gente a la que han conocido a través de internet. ¿A esto lo llaman amistad?

Os propongo un juego: analizar vuestra lista de “ciberamigos” a fin de encontrar quienes son realmente los verdaderos.

Primero, seleccionad aquellos con quienes habéis estado de fiesta alguna vez o habéis mantenido una conversación de más de diez minutos sobre temas que van más allá del tiempo o la actualidad.

¿Habéis reducido vuestra lista? Pues continuemos.



 
Ahora, comprobad de cuántos de los que quedan tenéis su número de teléfono personal. Van quedando menos ¿verdad?

No os desaniméis. En materia de amistad vale más la calidad que la cantidad.

Por último, la prueba de fuego. Quedaros con los que han permanecido a vuestro lado en los momentos difíciles, cuándo necesitabais aliento y fuerzas para continuar. Quienes conocen detalles importantes de vuestra vida. Los que no han faltado a vuestros cumpleaños y otro tipo de celebraciones especiales. En definitiva,  aquellos que sabéis que siempre van a estar ahí y con los que estáis seguros que podéis contar en cualquier momento aunque vivan lejos y no los veáis con la frecuencia deseada.

¿Con cuántos amigos verdaderos contáis?

Supongo que os sobra con los dedos de una mano para contarlos, unos cuantos de la otra a lo sumo.

La amistad es un precioso regalo difícil de alcanzar pero que, una vez conseguido, es capaz de permanecer inalterable a pesar de la distancia y el paso del tiempo.

Desde aquí, quiero hacer una mención especial a quienes considero mis verdaderas amigas: Ana, María, Bea y Estefanía. Claro que tengo muchas más, y también amigos, pero estas cuatro son especiales, han caminado conmigo desde que era pequeña y son con las que más confianza tengo y más momentos de todo tipo he compartido. Me siento muy orgullosa de ellas y sé que han estado, están y estarán siempre ahí. ¡Va por vosotras, AMIGAS! ¡Sois muy grandes!    


 

6 comentarios:

  1. En realidad, no conozco personalmente a ninguno de aquellos que conozco por la blogosfera.
    Incluso he llegado a plantear la idea de que no existo, de que Mara Laira (personaje muy popular) es la administradora del blog, y yo un personaje de su invención.
    Pero a sus vez los siento emocionalmente cercanos, aunque estén lejos fisicamente.

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  2. Y por muchos años más de fidelidad, chicas.

    Un abrazo a todas vosotras.

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  3. Que esta amistad perdure en el tiempo.
    Un abrazo para todas y para ti ración doble.

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  4. Una amistad hermosa, con buenos cimientos.

    Un fuerte abrazo, Cris

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  5. Después de hacer toda la criba que nos propones, solo me quedan dos amigos de las redes sociales: MªJesús de Paradela, fui a su casa para visitarla y conocerla y, con Nieves del blog Matices de la vida, he hablado una vez por teléfono con ella. Los amigos mejor disfrutar directamente y cara a cara, tal como tu haces.

    un saludo cordial :)

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  6. Cierto es lo que dices. Además los amigos están ahí siempre, y para las ocasiones. Cuando eches mano de un amigo en un día cualquiera, al azar, aciago, y lo encuentres para que te ayude, verdaderamente ese es tu amigo. Y veo que tú los tienes. Lo que sucede en la mayoría de los casos es que la amistad hay que alimentarla, cuidarla, usarla, porque si no se aleja y aunque se puede recuperar teóricamente, en la práctica no se da, sobre todo si media mucha distancia. Lo que también es verdad es que un amigo lo será siempre. Has hecho una buena exposición en tu discurso.Y me alegro.

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