Ahora que 2012 llega a su fin, toca hacer balance del año y esperar que el 2013, que está a punto de empezar, sea generoso con nosotros. Yo, la verdad, no me puedo quejar. En estos doce meses he conocido personas maravillosas, he vivido momentos inolvidables, he recibido buenas noticias y todo esto supera a las malas situaciones por las que haya podido atravesar.
Creo que, en las circunstancias en las que estamos, lo único que se puede pedir a 2013 es salud y trabajo, sobre todo mucho trabajo, pues la cosa está bastante chunga en este sentido. Bueno, personalmente también le pido por los sobrinillos que voy a tener dentro de unos meses, para que nazcan sanos y fuertes y no den mucho la lata a sus padres, aunque esto último ya va a estar más difícil creo yo, sobre todo teniendo en cuenta que vienen dos de golpe, jajaja. La familia va a aumentar y eso, sin duda, es un motivo de alegría y satisfacción para todos, que me apetece compartir con vosotros.
Os deseo lo mejor para el 2013 y como siempre, para mis compañeros de la blogosfera, que pase lo que pase no dejéis de escribir. Y para quienes quiero y aprecio, que sigamos compartiendo muchos y muy buenos momentos juntos ¡Nos leemos! Muchísimos besos para todos.