miércoles, 27 de marzo de 2013

Este jueves, un relato: Con...jugando palabras



Cada palabra abraza al alma.
Paz, calma, nada más.
Sana las rachas malas.
Apaga las alarmas pasadas.
Cada palabra aclara a la cansada zagala.
Abraham la trata tal dama alabada.
La alaga, saca las más gratas caras.
Ya nada amarga a Marta.
La dama, atrás apagada, canta, danza, ama.
Gana la batalla a la maldad.
Abraham la arrastra a la calma.
La saca a la paz.
La ama, nada más.

NOTA: Esta semana, Gaby nos proponía jugar con las palabras. Para ello, he pensado en hacer un ejercicio que ya hemos llevado a cabo en alguna ocasión con Fabián, intentar hacer un escrito utilizando como única vocal la a y esto es lo que me ha salido. Podéis encontrar más juegos de palabras en el blog de Gaby, mis letras insomnes

lunes, 25 de marzo de 2013

Crónica oficial del IV Encuentro Juevero en Jaén



La espera mereció la pena. Nueve meses después del III Encuentro Juevero en Córdoba, que tan buen sabor de boca nos dejó a todos los participantes, ya había ganas de volver a reunirnos para disfrutar de unos días juntos. Esta vez la cita tuvo lugar en Jaén, una ciudad que la mayoría de blogueros visitaba por primera vez.
            El viernes comenzaron a llegar algunos de los asistentes al encuentro y con ellos se produjeron los primeros abrazos, sonrisas, confidencias, anécdotas… Ya en el Hotel Xauen, donde se alojaron la mayoría de jueveros, surgieron varias. Hubo quien salió a comprar una botella de agua con unas preciosas zapatillas de estar en casa de color rosa y también quien se había dejado en casa su preciada colonia y no había podido comprar otra tal y como le hubiera gustado. Esa noche cenamos en el Bar Restaurante Garben y continuamos la velada tomando unas copas en el Pub Akelarre, no sin antes llamar a una emocionada Rosa para felicitarla por su cumpleaños. Algunos siguieron la fiesta con unos mojitos cerca del hotel.
            El sábado, la Plaza de Santa María, presidida por la Catedral que esperemos sea pronto Patrimonio de la Humanidad, fue el punto de encuentro desde donde partió una enriquecedora visita guiada por el casco histórico de la capital. Tuvimos la oportunidad de recorrer los principales rincones del magestuoso edificio obra del arquitecto Andrés de Vandelvira, e incluso salimos todos juntos del armario, o mejor dicho, por el armario, tal y como puntualiza Juan Carlos en su crónica. También nos sentamos en el coro a descansar un rato mientras escuchábamos con atención las explicaciones del guía. Gracias a él nos remontamos a los orígenes de la ciudad y quienes no son de la zona pudieron conocer las diversas leyendas en torno al lagarto de la Magdalena y la importancia que el Santo Rostro y Nuestro Padre Jesús Nazareno, más conocido como El Abuelo, tienen para la capital. La visita incluyó el acceso a los Baños Árabes, que por cierto pillamos recién reformados. Un lugar en  el que antaño no solo se recibían baños y masajes, sino que también hacía las veces de “centro social” en el que se “cocían” temas diversos de la vida cotidiana de las gentes de la ciudad.



            Después de conocer mejor la historia de Jaén y los rincones más emblemáticos de su caso antiguo, tocaba descansar un poco y, de paso, llenar el estómago, aunque antes nos hicimos varias fotos de grupo para inmortalizar los momentos vividos. El restaurante escogido para el almuerzo fue Casa Herminia, donde nos tenían preparada una mesa enorme, bien decorada, en torno a la cual degustamos ricos platos e intercambiamos impresiones sobre la visita. La comida contó con varias pausas para leer los relatos escritos sobre el tema de la belleza, eje del encuentro. Se vivieron momentos muy emotivos, especialmente cuando se leyeron textos de compañeros que no pudieron asistir a la cita por una u otra razón pero que estuvieron presentes en la mente de todos. El toque de humor y alegría, después de que algunos soltaran unas cuantas lagrimas, lo puso José Miguel, que se metió a los jueveros (y hasta a ciertos niños presentes en el comedor) en el bolsillo con sus cantes y ocurrencias. Por cierto, que el protagonista de su texto era el chochín flamenco, no digo más, aunque para los mal pensados les diré que, por lo visto, se trata de un tipo de pájaro.
            Con el postre llegó la hora de los regalos. Aquello parecían los Reyes Magos, con obsequios por todas partes. Desde Jaén jabones caseros hechos con aceite de oliva y, como no, también unas cápsulas del preciado oro líquido de la tierra, en concreto de Jimena, mi pueblo (habrá que hacer patria). Hablando de patria, Vivi (Cass) nos dio unos llaveros con la bandera de Uruguay y hasta la mesa llegaron unos lindos pajaritos mandando besos al vuelo de parte de Gaby. Tampoco faltaron las anécdotas en el almuerzo, con una juevera a la que casi dejan abandonada en el baño en el que se había quedado encerrada, bueno, no creo que al final lo hubieran hecho, pero quién sabe…
            Tras la sobremesa cogimos los coches para desplazarnos hasta el Castillo de Santa Catalina, desde cuya cruz pudimos contemplar unas bellas vistas de la ciudad que nos encargamos de inmortalizar con nuestras cámaras de fotos. También aquí hubo momentos de risas con las diferentes poses de unos particulares modelos en torno a la cruz. Dimos un agradable paseo acompañados por el viento, que quería ser partícipe de la reunión, y tomamos café en el Parador. A estas alturas tocaba descansar para coger fuerzas de cara a la noche, que se presentaba la mar de movida.
Y así, después de un par de horas de tiempo libre que cada cual aprovechó cómo creyó conveniente, volvimos a reunirnos en el hotel para disfrutar del cóctel preparado por el grupo de catering La Toja. Dispusimos de una sala hasta las dos de la madrugada de la que supimos sacar el mejor partido gracias al karaoke que nos montó Fernando (Fabián). El que más y el que menos se animó a cantar las canciones que aparecían en la pantalla y a bailar al son de la música. No faltó la típica conga, presente en toda fiesta, y otras danzas de lo más sui géneris.  Tampoco nos privamos de nuestro Risto particular, que valoraba las actuaciones sin pasar ni una: que si la entonación, que si la letra, que si un gayo por aquí, que si otro por allá… La verdad es que debía llevar razón porque la lluvia, que hasta entonces nos había respetado, no tardó en aparecer para quedarse en la provincia durante varios días (y todavía colea…) De nuevo hubo regalos, unas bolsas de la Diputación con folletos de la provincia y una pequeña botella de aceite. Verónica, por su parte, nos obsequió con unas simpáticas caricaturas y Encarni leyó unas emotivas palabras de Monserrat. La fiesta iba llegando a su fin y con ella las despedidas, que siempre es lo que menos nos gusta a todos. Por cierto, que he comentado lo de las caricaturas de Verónica y debo hacer una mención especial a sus hijos, que tuvieron un comportamiento ejemplar e hicieron muy buenas migas con José Miguel, al que no dudaron en ayudar en sus desplazamientos por la capital.
El domingo fue el día de la vuelta a casa, aunque ciertos jueveros se resistían a abandonar Jaén y aprovecharon la mañana para visitar y conocer Úbeda. En el aparato de transportes hay que señalar el autobús particular que desplazó a Vivi hasta Valencia, todo enterito para ella, ¡se podrá quejar! Por supuesto, ni que decir tiene que fue un gran detalle de parte de la organización del evento. Por la noche ya, cada mochuelo a su olivo (que mejor dicho que éste para la ocasión) con el recuerdo de los momentos vividos y el pensamiento puesto ya en el quinto encuentro juevero. Próximo destino…

jueves, 14 de marzo de 2013

Este jueves, un relato manuscrito: Las manos


Este jueves, Dorotea nos propone que el texto lo presentemos escrito a mano y precisamente con la mano o las manos como en este caso como protagonistas, de ahí el escaneado, espero que entendáis mi letra.

Con este texto quiero rendir un pequeño homenaje a María, que junto con Toñi, fueron las dos profesoras que me enseñaron Lengua de Signos Española (LSE) en un curso que hice de FPE y me encantó. Os recomiendo que aprendáis un poco si podéis, merece la pena.

Más historias manuscritas en el blog de Dorotea.

jueves, 7 de marzo de 2013

Este jueves, un relato: "El viento"




-“¡Que no, que esta noche no vamos al cine! ¿Pero tú has visto el día que hace? Hoy vemos una película en casa tranquilamente y punto”.
-“¡Mira que eres exagerada! En diez minutos estamos en el centro comercial. Además, es servicio puerta a puerta, ni siquiera te vas a despeinar”.
-“Mi última oferta es una fuente gigante de palomitas, un par de cervezas y lo mejor, tú eliges qué vemos”.
Julio la miró silencioso. Sabía que no tenía nada que hacer.
Esa noche apenas pudieron dormir. El ruido del viento era tan fuerte, que el hecho de vivir en un séptimo piso no ayudaba mucho. El silbido del aire parecía colarse por cada rendija de las ventanas. Habían pensado cambiarlas más de una vez, pero nunca encontraban el momento y ahora maldecían no haber tomado ya aquella decisión.
            Se levantaron temprano. Mientras Mercedes preparaba las tostadas, Julio encendió la tele y puso el canal 24 horas para ver las noticias.
Fuertes ráfagas de viento de hasta 120 kilómetros por hora derribaron ayer la marquesina del Teatro Claudio, situado junto al Centro Comercial Siglo XXI. Desafortunadamente, a la hora en la que se produjo el suceso, pasadas las nueve y media de la noche, decenas de personas aguardaban en la puerta para entrar al estreno de la nueva película del director Carlos Martínez. Tres de ellas fallecieron en el acto y quince permanecen ingresadas en diferentes hospitales de la ciudad con heridas de diversa consideración.
Julio cambió de canal recordando las palabras de Claudia: “¡Que no, que hoy no vamos al cine!”. Nunca pensó que se alegraría tanto de haberse quedado en casa un sábado por la noche viendo por décima vez la película favorita de su mujer.
Más historias sobre el viento en el blog de Juan Carlos