
En febrero, José Alberto me sorprendió con una cena medieval para San Valentín, en el castillo de Alcaudete, con visita teatralizada incluida. Un mes que continuó con el bautizo de Daniela. En marzo comenzó nuestro periplo de boda en boda con la de Luismi y Elena en Jaén. Y abril llegó con la Semana Santa. Estuvimos en Málaga, dónde pudimos disfrutar de sus procesiones. Hicimos la ruta de senderismo del Río Borosa y tuvimos la oportunidad de visitar la Alhambra de noche.
En
mayo pasé un día estupendo por Córdoba con mi hermana María, José Alberto, su
hermana Rocío, Fabiola… Estuvimos visitando los patios y también, cómo no, la
Mezquita y Medina Azahara.
Las
bodas volvieron a hacer su aparición en junio con las de Juan y Ana y David y
Cristina, además, subí al Pico Mágina, ya la iba cogiendo el gustillo a eso del
senderismo.
El verano, no pudo empezar mejor, una semana de vacaciones en Tenerife, con boda de mi primo Antonio incluida. Y siguió bien, la verdad, no me puedo quejar. Ahh, ¡y otra boda! Esta vez de Pedro y María Dolores. Después vinieron las ferias y más bodas, entre ellas la de mi amigo Sergio, con su consecuente viaje a Gijón.
En noviembre, concierto de Estopa en Granada y visita al santuario de la Virgen de la Cabeza y en diciembre, destacaría la excursión a Gibraltar, a ver a mis amigos los monos del Peñón, jeje.

A todo esto hay que añadir los domingos de fútbol, algún concierto
más a parte del de estopa, amueblar el piso, celebraciones familiares y con
amigos…
Claro que ha habido momentos no tan buenos, pero sabéis
que siempre me quedo con lo positivo que, además, en esta ocasión supera con
creces a lo malo. Y siempre mirando al año próximo con ilusión, especialmente
ahora, que veo que se acerca un 2016 en el que, después de ir a tanta boda, por
fin iré a la mía propia. Jeje. ¡Feliz año nuevo a todos! Os deseo lo mejor en
estos doce meses que tenemos por delante. ¡A disfrutar!