jueves, 31 de mayo de 2012

Este jueves, un relato: "En la quietud de la noche"


Se despertó nervioso, aturdido, incluso se atrevería a decir que había dado un grito al abrir los ojos. Miró a su alrededor y se dio cuenta de que estaba en el dormitorio de su casa. Suspiró profundamente. Todo había sido una pesadilla. No era la primera vez que le sucedía. Últimamente le costaba trabajo conciliar el sueño y cuando lo lograba venían a su mente imágenes y pensamientos que rompían bruscamente con la tranquilidad de la noche. Tenía que encontrar la manera de terminar con aquella situación o estaba convencido de que acabaría perdiendo la cabeza.
            A veces no lograba recordar la temática de sus pesadillas y casi lo prefería así, puesto que en la mayoría de las ocasiones se encontraba rodeado de serpientes dentro de un pequeño habitáculo del que no conseguía salir. Otra imagen que se sucedía con frecuencia en su mente de madrugada era un profundo precipicio al que se asomaba con cuidado pero sin poder evitar caer por él. El sentimiento de angustia era tan fuerte que al despertar notaba como le temblaban las piernas y los brazos y el corazón le latía con fuerza. En cualquier caso, la muerte siempre rondaba por sus pensamientos y esto no le gustaba en absoluto.
            Comenzó a obsesionarse, a pensar que sus malos sueños eran señales de que algo terrible le sucedería. Una enfermedad, un accidente, tal vez un desastre natural… Se le pasaba de todo por la cabeza y nada bueno. El tema empezó a afectar a su vida cotidiana. El cansancio era cada vez mayor, siempre andaba triste y cabizbajo y con unas ojeras que se incrementaban a pasos agigantados con el transcurso de los días. Su rendimiento en el trabajo disminuyó y el jefe tuvo que llamarle la atención. “Me da igual cuales sean tus problemas, cuando llegas aquí tienes que intentar dejarlos al margen y cumplir con tu valor, de lo contrario no tendré más remedio que despedirte”.
            Un día, a la salida del trabajo, decidió pasarse por la Biblioteca Central. No tenía muy claro que libro escoger. No buscaba ninguno en concreto. Le gustaban todos los estilos y como no tenía prisa por llegar a casa optó por hacer un exhaustivo recorrido por toda la tienda. De repente, se topó con el diccionario de los sueños. Sin dudarlo ni un instante pasó por caja para pagarlo y se dirigió hacia su casa intrigado por saber si aquel libro daría respuesta a sus dudas.
            Abrió la puerta y se sentó en el sofá con el diccionario entre las manos. Lo miraba sin atreverse a abrirlo, pero finalmente lo hizo por la página del índice y se fue directamente al apartado Animales. “Aquí está, serpiente, a ver que pone”. Soñar con serpientes es augurio de que vamos a adquirir grandes conocimientos que nos serán muy beneficiosos. “Vaya, la cosa pinta bien, probemos ahora con angustia”. Este sueño, que aparentemente podría ser negativo, en realidad significa todo lo contrario. Padecer angustia predice bonanza en todos los campos de la vida, tanto materiales como espirituales. Por eso, si está pensando iniciar algún tipo de proyecto, éste será el momento más oportuno, porque todas nuestras acciones se verán coronadas por el éxito. En el aspecto personal también se van a cosechar importantes triunfos, como puede ser encontrar una pareja adecuada, relación que, por lo demás, se alargará en el paso del tiempo. Hay que aprovechar esta situación para aclarar los malentendidos que hayan podido surgir con amigos y conocidos. Por último, buscó la palabra caer. Este acto tiene muchísimas acepciones porque según quién caiga, el modo y el contexto, tendrá significados muy variados. En general, soñar con caerse indica que la situación que estamos viviendo en la actualidad va a cambiar muy pronto. El texto seguía, pero no quiso saber más, con lo que había leído tenía suficiente. Cenó algo, vio un rato la tele y se fue a la cama con la esperanza de que su vida mejoraría en poco tiempo. (Menos mal que no siguió leyendo la interpretación del sueño caer…)
 NOTA: Las aclaraciones sobre el singnificado de los diferentes sueños están sacadas del libro Gran libro Diccionario de los Sueños del editorial Servilibro. Así que, si queréis saber cómo continúa el texto sobre caer que he dejado inconcluso, ya sabéis... ;-)
Más historias sobre la quietud de la noche en casa de Mónica, también conocida como Neogéminis.

martes, 29 de mayo de 2012

La verbena del pueblo

Nota: Este texto es un trabajo que hicimos en el taller de narrativa. Se trataba de presentar un hecho contado desde dos puntos de vista diferentes, una historia que debía girar en torno a una verbena de pueblo. A ver que os parece.
Cantante de orquesta
Pensé que aquellas fiestas serían como todas. Un par de noches sobre el escenario cantando los típicos temas que requiere cualquier verbena de pueblo, aguantar las impertinencias de unos cuantos borrachos, pasar algo de frío por la escasa tela de nuestra ropa y poco más. Sin embargo, en la segunda noche, un contratiempo, por así decirlo, hizo que pensara “¡tierra trágame!” Mientras tocábamos una de esas canciones que se acompañan con un baile un tanto ridículo, me agaché siguiendo la coreografía y al levantarme la tela de la minifalda crujió formándose una enrome raja. Yo continué bailando y cantando como si nada sintiendo como todas las miradas se dirigían hacia el mismo lugar y notando el murmullo, las risas y algún que otro comentario machista por parte de los allí presentes. Finalmente, llevé mi mano hacia mi trasero y noté que la raja se había ampliado tanto que dejaba al descubierto mi culo y… ¡horror! Un tanga del que prefiero no entrar en detalles.
Aproveché que la siguiente canción la interpretaba mi compañera para bajar por las escaleras traseras del escenario y ponerme un pantalón, aunque a esas alturas todos habían visto mi indescriptible ropa interior.
Chico borracho
La verbena del pueblo siempre me ha parecido un coñazo. La típica orquesta cutre tocando pasodobles, los cuatro abuelos de siempre bailando como si no hubiera un mañana… La cosa solo se anima un poco a partir de las tres o las cuatro de la madrugada, cuando cambia el tipo de música y y la gente joven se pasa por allí después del botellón.
Las cantantes de este año estaban buenísimas, sobre todo una que tenía dos buenas tetas y un culo que pa que contarte. A esas alturas de la noche mis amigos y yo llevábamos un pedo que nos hacía bailar lo que fuera. El caballo camina palante, el caballo camina patrás… Entonces, la chica del culito respingón cambió la letra por la rana camina palante, la rana camina patrás. Cuando se levantó… ¡Sorpresa! Para deleite de los hombres allí presentes la falda se había partido en dos dejando que la muchacha luciera su bonito trasero y un ridículo tanga del que mejor te enseño la foto para que lo veas con tus propios ojos. No me he podido reír más en mi vida. ¡Que espectáculo tan lamentable! Lo pasamos en grande diciéndole cosas a la cantante que se fue del escenario con la cara más roja que mis calzoncillos de Nochevieja. Por una vez, y sin que sirva de precedente, tengo que decir que me lo pasé genial en la verbena, algo que no creo que pueda decir la chica de la orquesta.

jueves, 17 de mayo de 2012

Este jueves, un relato: "Un pacto con el diablo" (en menos de 125 palabras)


2000. Quería casarse con Ana, pero necesitaba un buen trabajo con el que ganar bastante dinero para ofrecerle la vida que merecía. Ser propietario de una gran empresa que prosperara en poco tiempo le valía y así se lo hizo saber al diablo en un pacto firmado con él.
En menos de un año la sociedad contaba con una enorme expansión, su nombre sonaba con fuerza en el panorama empresarial y su mujer disfrutaba de una vida repleta de lujos. Todo era perfecto.
2012. El éxito se tornó en angustia. La empresa parecía tocar fondo y se dio cuenta de que el trato no era lo suficientemente completo. ¡No incluía ninguna clausula sobre una posible crisis del ladrillo y él se había decantado por la construcción!
Más historias sobre pactos con el diablo en casa del amigo Gustavo, que esta semana se encuentra un poco diabólico...

viernes, 11 de mayo de 2012

¡¡Campeones, campeones, oé, oé, oé!! :-)



Ayer no entré al blog, pero no quería dejar pasar más tiempo sin mostrar mi alegría por el triunfo cosechado por mi querido Atlético de Madrid el miércoles por la noche en Bucarest. ¡La segunda Europa League que ganamos en tres años! ¿Quién nos lo iba a decir a nosotros? a los colochoneros, que hasta ahora teníamos que esperar diez años para ganar un título. Y es que, por algo llaman el pupas a este equipo. Estamos tan acostumbrados a sufrir, que victorias como las del otro día nos saben a gloria y las disfrutamos al máximo. Además, creo que el entrenador, el Cholo Simeone, hizo un buen planteamiento, y los jugadores cumplieron a la perfección, sin excepciones, haciendo un excelente trabajo que tuvo un merecido resultado. Por eso quiero darles desde aqui la enhorabuena a todos ellos, pero sobre todo las gracias. Gracias por hacerme tan feliz y gracias por hacer disfrutar y pasarlo bien a esta gran familia que formamos los colchoneros.

¡¡¡AUPA ATLETI!!!

¡¡¡Ole, ole, ole, Cholo Simeone!!!

martes, 8 de mayo de 2012

Malas noticias para Chelewa...



Hoy quiero compartir con vosotros esta triste noticia. Ocurrió el pasado sábado en el Parque Natural de Cabárceno, pero hoy he visto una información en la contraportada del Diario Ideal de Jaén con una tierna foto que no he logrado encontrar en internet, aunque esta que os dejo aquí, sacada de la página web de Radio Televisíón Española, también me parece bonita. Yo es que tengo debilidad por los monos, no lo puedo evitar, siempre me han gustado, a pesar de que la gente diga que son muy feos, de hecho, es por todos conocido el dicho "más feo que un mono", ¡¡pero a mi me encantan!! De ahí que me entristezca esta noticia, aunque ya sé que muchos estaréis pensando que hay temas más importantes de los que preocuparse. Soy consciente de ello, pero hoy me ha apetecido comentar éste y ya está, a quien le guste bien y a quien no también. Os dejo el enlace por si os interesa conocer más sobre él, aunque supongo que ya os habrá llegado la información a través de televisión. La madre, Chelewa, parece que se va animando poco a poco tras la pérdida de su bebé y ya comienza a relacionarse con sus compañeros.


lunes, 7 de mayo de 2012

5 de mayo: "Reencuentro en Madrid"



Hoy quiero hablaros del reencuentro que tuve con mis amigos de la Universidad el pasado sábado 5 de mayo. Iñaki, Sergio, Marisol y yo nos conocemos desde hace ya más de diez años, cuando comenzamos la carrera de Periodismo en Madrid, y desde entonces mantenemos una gran amistad. Juntos hemos vivido muchos momentos para recordar. Hemos hecho varios viajes, visitando los lugares en los que vivimos cada uno. Marisol e Iñaki son de Madrid, pero Sergio vive en Gijón e Iñaki tiene una casa en un pueblo del País Vasco del que es su familia. Yo, por mi parte, ya sabéis de donde soy, y también han estado por aquí en más de una ocasión.
Ahora llevábamos mucho tiempo sin vernos. Iñaki y Sergio estuvieron en Jimena para el Carnaval, pero Marisol no pudo venir por motivos de trabajo. La última vez que estuvimos los cuatro juntos fue en julio de 2010, cuando fuimos a Gijón a pasar unos cuantos días con Sergio, por lo que el reencuentro era más que esperado por todos y las expectativas se cumplieron.
Iñaki acaba de cambiarse de casa y teníamos la excusa perfecta para reunirnos: la inauguración de su nuevo hogar. Fijamos la fecha y ya está, todos a su ático a celebrar el evento con una fiesta a la que también acudieron Ana y Almudena, dos chicas a las que conocimos de la mano de Marisol.
Como podéis imaginar, nos lo pasamos como los indios, por eso quiero compartir con vosotros esta foto de aquel día, con la esperanza de que el próximo reencuentro no se haga tanto de rogar y podamos volver a juntarnos pronto. Un beso a todos, y en especial a Iñaki, Sergio y Marisol, que espero que me hayan leído.

jueves, 3 de mayo de 2012

Este jueves, un relato: "La vida en un castillo medieval"



Tanto tiempo viviendo en aquel castillo, inmerso en la rutina, comenzaba a agobiarle y cada vez veía más cerca el momento de abandonarlo. Cuando llegó, todo le parecía divertido, se lo pasaba estupendamente paseándose por los largos pasillos adornados de candelabros y visitando las estancias del que llegó a convertirse en su hogar. Es cierto que entonces era más joven y le bastaba con su imaginación para disfrutar de sus pequeñas aventuras. Así le gustaba llamar a las historias que maquinaba en su cabeza. Con frecuencia se le ocurrían travesuras y fechorías que traían gritos y malestar entre el resto de inquilinos pero era tan cauto a la hora de prepararlas, que nunca le pillaron con las manos en la masa.
            En esa época existía la leyenda de que un fantasma rondaba las inmediaciones de la fortaleza de noche, entrando incluso a las habitaciones sembrando el pánico entre mujeres y niños. Los hombres siempre aseguraban que no sentían temor alguno y que se trataba de pesadillas de sus esposas e hijos, llegando a tratarlos por locos en más de una ocasión. Al principio eran hechos puntuales, pero con el paso del tiempo la presencia del “espíritu maligno”, como decidieron bautizarlo, se acrecentó y el miedo se apoderó de quienes dormían entre las gruesas paredes de piedra del castillo. Sábanas que se levantaban solas, manos invisibles que se posaban sobre hombros o agarraban cuellos con fuerza, luces que se apagaban y encendían de manera intermitente, gritos desgarradores de procedencia desconocida…
            A pesar de su corta edad, él nunca se asustó con los acontecimientos que se sucedían de madrugada. Es más, se reía y disfrutaba con los gritos que enturbiaban la tranquilidad y el silencio nocturnos, hasta que la edad hizo que aquel entretenimiento le resultara un poco absurdo y decidió “jubilarse”. Entendió que su misión en el castillo había concluido, y salió, como no podía ser de otra manera, en mitad de la noche, añorando la felicidad que su papel de “espíritu maligno” le había otorgado durante tanto tiempo. Eso sí, tuvo la precaución de pasar el testigo a otro fantasma que esperaba ansioso su turno para entrar en acción. “Seguro que sus ganas y su falta de experiencia hacen que se le ocurran nuevas e interesantes ideas para asustar al personal”, pensó mientras abandonaba el lugar…  

Más historias sobre la época medieval y la vida en sus castillos en el blog de Tere