Madrid, 2 de agosto de 2012, 00:15 horas.
En el Hospital Gregorio Marañón Isabel hace el último esfuerzo antes de ver la cara de su pequeña Irene, a punto de nacer.”¡Empuja, que ya casi está!”, le repiten los médicos bajo la atenta mirada de su marido. Son padres primerizos y seguro que este momento nunca se borrará de sus retinas.
Mientras, en una habitación varias plantas más arriba, Rafa se debate entre la vida y la muerte. Acaba de sufrir un grave accidente de moto y los primeros minutos tras el golpe son vitales para su evolución.
En un conocido restaurante del centro de la ciudad, la familia Pérez González brinda festejando las Bodas de Plata de Luis y Ana Mari. Veinticinco años de matrimonio de los que han nacido tres hijos maravillosos, que les han preparado esta grata sorpresa para la ocasión.
Un par de calles más abajo, en un pequeño apartamento, una joven pareja de enamorados comienza un ritual de besos y caricias antes de entregarse a una larga noche de pasión.
Por su parte, “El Largo” exprime las últimas gotas de un cartón de vino mientras piensa dónde dormirá esa noche. Un grupo de adolescentes cargados con bolsas para el botellón pasa por su lado y le “obsequia” con multitud de insultos acompañados por ruidosas carcajadas.
¿Te has parado a pensar cuántas situaciones diferentes se suceden en una ciudad durante un periodo de tiempo determinado? En el transcurso de cinco o diez minutos una persona puede festejar un importante acontecimiento, traer al mundo a un niño, estar entre la vida y la muerte o disfrutar en compañía de su pareja o amigos. Amor, odio, insultos, caricias, tristeza, alegría, todo un contraste de sentimientos y emociones en torno a una hora concreta. Así es la vida. Acontecimientos que se suceden a lo largo de un tiempo que nunca se detiene aunque el reloj que llevas en la muñeca deje de funcionar.
Más historias sobre el tiempo en los tiempos en el blog de Matices. ¡Apresúrate! Ya sabes que el tiempo es oro y no espera a nadie. ;)