miércoles, 16 de enero de 2013

Este jueves, un relato: "El árbol del ahorcado"





¿Cómo he dado lugar a terminar así? Nadie me comprendía cuando aseguraba estar enfermo. Nadie supo entender que no era yo el que cometía aquellos terribles crímenes, que algo que ni yo mismo sé explicar se apoderaba de mi mente y hacía que me transformara en el ser más despreciable que se pueda imaginar.
            He de reconocer que disfrutaba con el dolor de mis víctimas. Sus gritos desgarradores y el calor de la sangre manando de sus indefensos cuerpos me producían una sensación tan placentera que me llevaba al éxtasis. Recuerdo cada instante y se me ponen  los pelos de punta.
            Tener el futuro de una persona en tus manos, ver cómo te suplica que no la mates, notar su miedo en cada respiración entrecortada, en cada sollozo y saber que sólo tú conoces su final es, sencillamente, una delicia.
            Antes de matarlos me entretenía con ellos, haciéndoles ver que si acertaban una serie de preguntas les perdonaría la vida. También les hacía pequeños cortes por todo el cuerpo para deleitarme con los diversos recorridos de la sangre. Además, si eran mujeres, las violaba, y esto ya era el disfrute máximo. No podéis haceros a la idea de lo que gozaba, nada que ver con una experiencia sexual al uso.
            Después de aquellos momentos de intimidad con las víctimas, llegaba la hora de matarlas. A veces las asfixiaba, otras les daba un golpe en la cabeza o les cortaba la yugular. Me gustaba variar la ejecución, pues llevar a cabo siempre la misma, me aburría sobremanera. Por último, dejaba los cuerpos en medio del campo, en lugares visibles para que los encontraran al día siguiente. No me preocupaba de esconderlos, pues nunca tuve miedo a las consecuencias de mis actos.
            Lo peor de todo sucedía cuando llegaban los momentos de lucidez y con ellos los remordimientos. La última vez fueron tan fuertes que por eso terminé así. Un final que jamás habría imaginado pero, ya ves, después de todo uno también tiene su corazoncito ¿no?
Conoce más historias sobre "El árbol del ahorcado" en el blog de Luis Bernardo

26 comentarios:

  1. Aiiiisssss que macabro. Digno de lastima si no tuvo a nadie a quien pedir ayuda y sustituir el remordimiento por tratamiento para su mal.
    Besitos

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  2. ufffff, brutalmente descriptivo, feroz y sádico a la vez. Porque sera que siempre que se alega doble personalidad es para justificar el mal, nunca el bien.
    Un beso

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  3. Dulce Cristina, a sujetos como ese, no le queda más opción que la soga, nada más despiertan.
    Lo curioso es que me suena muy verídico tu escrito.
    Besito.

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  4. Muy bien escrito. Mató a todos, hasta el mismo. O mató a todos, hasta que alguien lo detuvo, siendo ese alguien él mismo. El narrador- personaje invita a los lectores a ponerse en su mente y disfrutar de sus experiencias...hasta el final.

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  5. Un criminal de estas características merece ser ahorcado dos veces, por lo menos!. Solo le concedería una gracia: Ahorcarlo en el mismo árbol, pero en ramas diferentes. Mira un capricho como otro cualquiera.
    Muy bien descrito tu espeluznante relato.
    Un saludo.

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  6. Cristina estoy en shock.

    5 minutos después...

    Ahora, sí. Un poco mejor. Conste que el retorcido de la propuesta soy yo, jeje. Te despachaste con un texto genial, bien perverso y con humor (del negro). Me encantó, cada descripción bien elaborada y el remate es brutal. Un abrazo y beso!!

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  7. Buena mezcla de tu faceta periodística y tu sensibilidad natural; aunque se prevé el final, describes tanta tensión que te engancha sobremanera y estás deseando llegar al final para descansar de la pesadilla, aunque mires de reojo a tu alrededor, para ver quién hay.

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  8. Me corrió un escalofrío por la espalda! Ese corazonito parece que no tenía nada bueno dentro!
    Los detalles del quehacer de este ser, son contados de tal forma que francamente estremece.
    Lograste tan bien la crueldad del personaje, que a una le nace la necesidad de verlo padeciendo toda su culpa.
    Un beso Cristina!
    Gaby*

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  9. ¿tendrán los criminales más crueles algún momento de lucidez? ¿se escudarán en que están enfermos?¿o serán en cambio tan insensibles que nunca reflexionarán sobre sus atrocidades?
    Supongo que en esa "categoría" de la especie humana habrá de todo. Puede que sí.
    Muy bue relato!
    =)

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  10. Uff que tremendo relato!!! Descriptivo y repleto de imágenes que dan escalofríos. Veo que varios coincidimos en mostrar el lado oscuro oculto del ahorcado.
    Un beso enorme!!!

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  11. Uuuufff!!!
    me quedo simplemente sin palabras,una mente realmente retorcida

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  12. Ponerse en la piel de un psicópata, Cristina, qué atrevida. Buen intento.
    Lástima que tipos así no prevean el futuro y se ahorquen ya con el cordón umbilical.
    Besos.

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  13. Madre mía, es duro ponerse en el lugar de un criminal como este que has descrito. Un espanto de persona que habría que ahorcarlo más veces, por si acaso...

    Un abrazo, guapa.

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  14. Buenísimo. Me has llevado a la mente de un sádico psicópata y salgo de ella deprisa y asqueado. Ahora el espíritu colgado parece algo lucido, pero mejor que siga allí ...
    Besos.

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  15. Estaba muy enamorado de su maldad.
    La soga le vino como añillo al dedo.

    Terrible!!!

    Un abrazo.

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  16. ¿Porqué será que los momentos de lucidez siempre abordan a los psicópatas después de cometer atrocidades y no antes?. Ya podía haber tenido un momento de lucidez antes del primer crimen y haberse quitado la vida él mismo. Hubiera disfrutado menos, eso sí, pero hubiera evitado muchos sufrimientos.
    Un abrazo.

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  17. he visitado en el día de hoy, varios blog, y todos tienen este relato... esta de moda?
    caí de casualidad en tu blog, muy lindo... sobretodo el nombre "con una sonrisa" y asi, con una sonrisa, te dejo un beso y te digo, hasta luego

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  18. le manda cojones, cristina...
    sabes, normalmente este tipo de relatos..hay que decir que normalmente me pillan prevenido...no suelen afectarme. los leo con frialdad. lo jodido es que uno se ponga a pensar en relación al relato...y es ahí, en esas reflexiones cuando uno se CAGAGAGAAG por la pata abajo...
    imagina, tan sólo medio ponte en lugar del asesino o del asesinado...sólo medio ponte...y ello es lo que hecho...
    aggggg...
    me voy corriendo de aquíiii.
    medio beso, guapa.

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  19. Pues menudo corazoncito el de este fulano, casi es bueno que encontrara ese arbol. Digo como Gus, me puse en el lugar de las víctimas y !ayyyy!.
    Un beso.

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  20. Desde luego el corazoncillo de ese individuo era de esparto o de piedra pómez.
    Lo has explicado de forma tan sangrante y familiar que la próxima ves, no me sentaré a tu lado... por si acaso.

    Besos

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  21. Pues pienso como Pepe, ya podía haber tenido su momento de lucidez antes!
    Macabro y muy bueno!
    Un beso.

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  22. que buen final! jeje... y sí tiene un corazon un poco retorcido... era otra persona... es muy real el cuento! :D un beso!

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  23. Que barbaro el bestia este,tenia corazón...Pero lleno de cenizas,dicen que los psicópatas sienten de forma parecida, Me has puesto los pelos como escarpias, guapa.
    No vale escribir asi, y recibir con una sonrisa....Despistas qerida amiga

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  24. Nunca entiendo muy bien, esto de comentar (mirá donde vengo a hacer mi descargo...en realidad tendría que ir a algún árbol). No vengo a juzgar al hombre, que por cierto, se ahorcó y se salvó de una buena, vengo a leer, y lo que leo me conmueve y con eso me quedo y te felicito, porque eso vine a buscar:una historia, y la encontré muy buena.

    besos

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  25. ¿Corazoncito?, bueno si, de tamaña tiene que ser pequeñito, porque el amigo se las trae. Me he quedado helada, no me gustaría encontrarme con este elemento, lo colgaron, ¿no?

    Besos!!!

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