jueves, 12 de enero de 2012

Encuentros literarios

Me gustan nuestras reuniones mensuales del Taller de Narrativa. Los compañeros juntos, reunidos entorno a una mesa con varios cafés, alguna que otra libreta y nuestros escritos, esos que con tanto esmero y cuidado preparamos para la ocasión.
¿Quién nos iba a decir cuando empezamos el curso, allá por el mes de septiembre, que terminaríamos reuniéndonos cada treinta días al finalizar éste? Entonces creo que casi ninguno teníamos muy claro lo que nos íbamos a encontrar allí. No sabíamos cómo serían las clases, tampoco conocíamos a los profesores ni al resto de los alumnos. Todo era nuevo, al menos para mí, y al final terminé llevándome una grata sorpresa. Fueron meses en los que aprendimos bastante, especialmente unos de otros, algo que me llamó la atención desde el principio y que agradezco enormemente.
Somos tan diferentes  y a la vez tan parecidos… Y es que a todos nos une una misma afición, una motivación que nos incita a escribir, a redactar textos para después compartirlos con el grupo. Cada uno tiene su propio estilo, esa forma de escribir que le caracteriza y diferencia de los demás, que hace que, aunque todos escribamos sobre un mismo tema, los resultados finales sean bien distintos. Creo que esto es algo que nos enriquece y que nos ayuda a conocer diferentes puntos de vista sobre un asunto, en definitiva, distintas maneras de ver y entender la realidad.
Recuerdo que al inicio del taller Isabel nos comentó que todos llevamos sobre los hombros una mochila cargada de vivencias, experiencias que nos influyen a lo largo de nuestra existencia y que, del mismo modo, se reflejan a la hora de escribir. La familia, los amigos, las alegrías y los fracasos experimentados, nuestra preparación o falta de ella… Son aspectos que, consciente o inconscientemente, dejamos entrever en nuestros textos, que se reflejan con nuestras palabras aun sin haberles dado permiso para ello.
Es por todo esto por lo que pienso que, a pesar de conocernos desde hace poco tiempo, cada vez vamos sabiendo más los unos de los otros y nos entendemos mejor. Además, nuestras reuniones van más allá de la narrativa, puesto que terminamos hablando de los temas más diversos y nunca faltan nuestras risas y ocurrencias. Durante un par de horas, que por cierto se pasan volando, nos sumergimos en la literatura. Es curioso comprobar la expectación que se genera entorno a cada uno de nuestros textos, muchos de ellos con finales sorprendentes, y también la forma de leer de cada uno de nosotros.
No quiero extenderme más, simplemente deciros que me alegro mucho de haberos conocido y que nos vemos el 8 de febrero. Recordad llevar los deberes hechos y, de paso, pensad un nombre para el grupo. Por cierto, que espero que esta unión literaria perdure en el tiempo y que, pase lo que pase, no dejéis nunca de escribir, pues sabéis que tenéis talento de sobra, eso ya os lo digo yo.  

6 comentarios:

  1. Desde ya seré tu fans número uno, periodista y reportera Cristina.
    Preciosa entrada, comparto contigo cada una de tus letras, el primer dia del taller ya me quede enganchada, me gustó el grupo y me sentí muy comoda, como si os conociera de siempre, es cierto somos muy distintos pero nos une una misma inquietud. Espero esa reunión mensual con ganas y desde que el tema queda fijado ya comienzo a darle vueltas. Un lujo haberos encontrado.
    Un beso.

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    1. Sabes Cristina, yo también me vine con la misma sensación que tú, con cada palabra que has escrito me identifico. Porque creo que al ser tan diversos nos enriquecemos todos/as. Desde el primer día que nos presentamos en el taller, y cada día leer nuestras ocurrencias de 'media hora' nos caímos bien, a pesar de nuestras diferencias. Creo que eso es lo bonito, ver los puntos de vista de todos y cada uno, y con eso aprender. A mi también me encanta vernos, y reirnos, y escucharnos. Todo un placer, de verdad.

      Un beso, guapa.

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  2. Un taller muy especial tanto por la tematica como por las participantes.
    ¿Te animas a los Jueves?

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  3. De la mano de San llego a tu blog, abrir un blog es algo que aún no encuentro palabras para describir, por la afición que nos une, hice lo mismo hace tiempo y el primer comentario de ese alguien que te ha leído desde el pueblo de al lado, o desde el otro lado del mundo, a quien ni conoces ni has visto en tu vida, es una sensación que yo al menos llevaré siempre conmigo y nunca olvidaré. Aquel primer comentario, ni aquel segundo que me invitaba a escribir o a cantar, nunca podre olvidarlo.
    Bienvenida al mundo del blog. Me ha gustado lo que he visto en el tuyo hasta ahora. Te animo como dice Manuel a que te apuntes a los jueves. Esta panda de Jueveros te llenan la vida jeje Un beso .

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  4. Carta de referencia: San!! Me parece que es como tu hada madrina. Qué suerte tienes. Pero parece que por la buena onda de ese grupo de escritura, es merecido tenerla. No participo de ningún taller,por ahora, pero no pierdo las esperanzas de hacerlo, porque estoy convencida de que ha de ser una experiencia enriquecedora. En fin, tu relato asi lo demuestra y contagia. Bienvenida al equipo de blogueros. Solo algo malo tiene: DE ESTO NO SE VUELVE, jajaja.

    besos y a tus ordenes.
    SOY CASS.

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  5. Nada como compartir el amor por escribir entre compañeros, una muy estimulante y grata experiencia para aprender y para regar la creatividad. Cristina, de la mano de San vengo a tu blog, ánimos apúntate a algún Jueves, buen grupo formamos de amigos y amigas blogueros. Hasta pronto, te sigo de cerca, besitos. Natalí

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