Emprende el viaje sin mirar atrás, decidido a abandonar el lastre que soporta su espalda.
Marca el terreno con pisadas que dejan una huella imborrable.
Bajo sus pies, el lodo parece querer atraerlo hacia el fondo, como si de arenas movedizas se tratase.
Sobre su cabeza, un inmenso cielo le invita a continuar, a no dejarse vencer ni por la inestabilidad del camino, ni por las inclemencias del tiempo.
Se detiene.
El futuro es incierto.
Echar la vista atrás solo le reporta dolor. Un pasado que ansía borrar, al igual que desaparecen las letras escritas en la arena con la llegada de las olas.
Solo le queda el presente. Ese momento le recuerda que aún está vivo.
Consciente de una segunda oportunidad, se aprieta los cordones de los zapatos dispuesto a llegar tan lejos como pueda, allá dónde le lleven sus pies.
Puedes seguir recorriendo caminos de todo tipo en el blog de Juan Carlos
como la vida es tu relato, seguramente si se mantiene tranquilo logrará avanzar en esta nueva oportunidad. Gusto en leerte Cristina....
ResponderEliminarAlguien con una fuerte personalidad que a pesar de todo no tiene confianza en sí. ¡Cuántos nos encontramos en ese mundo de zozobra e inquietud!
ResponderEliminarAl final se decide a hacer un nudo en sus dudas y tomar esa segunda oportunidad.
Esforzado y voluntarioso ser humano, su camino será enriquecedor. Seguro que como la autora de estas letras. Besos.
ResponderEliminarPara atrás ni para tomar impulso, siempre adelante.
ResponderEliminarCristina, me has recordado la canción de Pasión Vega que dice: "María se bebe las calles", por esa firme determinación de dejar atrás un pasado que hace daño. Miedo a dar pasos hacia adelante que en esta ocasión es superado, aunque cuesta, en busca de nuevos horizontes.
ResponderEliminarReflejas una situación real, que se da con una cierta frecuencia.
Un fuerte abrazo.
he dusfrurtado mucho tu texto
ResponderEliminarMe ha venido a la mente una frase que recientemente leí en un libro y es que "hay que vivir en pequeño" y es lo que hace tu protagonista, poner un pie delante de otro y seguir avanzando por el camino viviendo solo el presente.
ResponderEliminarUn beso
Me ha venido a la mente una frase que recientemente leí en un libro y es que "hay que vivir en pequeño" y es lo que hace tu protagonista, poner un pie delante de otro y seguir avanzando por el camino viviendo solo el presente.
ResponderEliminarUn beso
Me ha venido a la mente una frase que recientemente leí en un libro y es que "hay que vivir en pequeño" y es lo que hace tu protagonista, poner un pie delante de otro y seguir avanzando por el camino viviendo solo el presente.
ResponderEliminarUn beso
Cristina, aplaudo ese atarse los cordones de los zapatos y seguir adelante, no hay otro camino y no es poco, ánimos y felicitaciones por este relato, paso a paso, pese a quien pese, aunque sea a uno mismo, avanti!
ResponderEliminarBesitooooooooo.
Cristina, aplaudo ese atarse los cordones de los zapatos y seguir adelante, no hay otro camino y no es poco, ánimos y felicitaciones por este relato, paso a paso, pese a quien pese, aunque sea a uno mismo, avanti!
ResponderEliminarBesitooooooooo.
Y dijo Kant: el cielo estrellado sobre mi, y el camino debajo de mi (bueno, más o menos). Eso es la vida y, entre medias, la maravilla: el universo preguntándose por sí mismo.
ResponderEliminarUn beso
Me gusta el espíritu de tu protagonista, dispuesto a afrontar una segunda oportunidad, a no rendirse tras un fracaso.
ResponderEliminarBesos, amiga.
El futuro no asusta y el pasado nos constriñe, en el presente a veces no sabemos que hacer. Nos atamos los cordones y tiramos pa'lante. Una excelente manera de hacer este viaje.
ResponderEliminarUn beso
Lo bueno de la vida, es que siempre nos abre un nuevo camino, siempre podremos enderezar el sendero... si contamos con la fuerza y los apoyos necesarios.
ResponderEliminarBesos amiga.
Tu relato se conjuga en tiempos, tiempos de vida, una vida que reconoce que al pasado pisado, que el futuro es un charlatán, y que en definitiva es el presente el que importa, ya que es el lugar que define dónde estamos parados. A atar esos cordones, reafirmar el paso, y andar y andar,,, andar... las segundas oportunidades deben ser aprovechadas!
ResponderEliminarLa vida misma, puesta en letras!
Besos!
Gaby*
Es la vida misma ese camino y el caminante somos un poco todos nosotros, intentando seguir adelante a pesar de todo.
ResponderEliminarExcelente relato Cristina.
Un beso.
A veces, amiga mía, hay que atarse los cordones del ánimo simplemente, así se sigue adelante aunque el pasado no quede nunca atrás porque e sparte de nosotros.
ResponderEliminarBesito y café.
Las oportunidades no se acaban mientras tengamos la voluntad de ganarlas. Buen relato Cristina.
ResponderEliminarBesos!
Precioso y emotivo relato. Gracias por traer a mi mente esa imagen del agua del mar desdibujando la arena. Gracias por tu relato que no deja indiferente a quien lo lee. Un beso
ResponderEliminarCon los cordones bien anudados y los zapatos bien adaptados a los pies, el camino es más llevadero y la ruta se hará con más fluidez.
ResponderEliminarun abrazo
Yo tambien me quedo con el simbolo de atarsen los zapatos, sacar fuerzas, apretar los dientes o el alma y no mirar atras.
ResponderEliminarUn abrazo
Suerte le deseo a esta persona, que ha decidido "volver a empezar". Dejar atras el pasado, no anticiparse al futuro y vivir el presente, creo que es lo más inteligente.
ResponderEliminarBss.
Me ato los cordones y te sigo, nunca nos pararán los recuerdos aunque vayan acompañándonos ni tendremos temor a lo que haya tras la próxima curva porque caminamos con una fuerza descomunal.
ResponderEliminarBesos.
No son los pies los que lo llevan, son la cabeza y el corazón los que arrancan el motor con el que luego se cubren las distancias.
ResponderEliminarMuy buen texto, cuidado paso a paso.
Besos
El futuro es incierto, suele serlo. Lo que no es tan frecuente es la decisión par enfrentarlo.
ResponderEliminarUna actitud que es ejemplo. Qué bien la rescatan tus letras haciendonos ver un futuro promisorio!
ResponderEliminarbesos
Una vez se decide hay que seguir... esas botas duraran mucho, tanto como el resto de su vida...
ResponderEliminarMe gustó esta nueva faceta... buen micro :)
Besos