Desde que dejaron la relación, escribirle -bien sea mensajes de texto, correos electrónicos, privados en las redes sociales e incluso alguna que otra carta- le sirve para seguir en contacto con él de alguna manera. Necesita contarle cómo se siente, qué tal le ha ido el fin de semana, si ha realizado alguna actividad extraordinaria o simplemente desearle buenos días o buenas noches.
No espera contestación, de hecho, en la mayoría de las ocasiones no la obtiene, le basta con saber que las letras que redacta llegan a su destinatario y en esto las nuevas tecnologías juegan un papel fundamental.
Sabe que, en cierto sentido, es como hablar con la pared. Emitir mensajes que no reciben respuesta puede resultar absurdo para muchos, pero a ella le sirve para desahogarse y soltar lo que lleva dentro. Ya a penas se ven y tampoco hablan por teléfono, por lo que solo le queda el recurso de la escritura para trasladarle sus pensamientos e inquietudes.
Y es que, aún hoy, pasados unos meses de la ruptura, desearía retomar la relación y que todo volviera a ser como antes, así, no tendría que tirar de bolígrafo, ordenador o móvil para “hablar” con él y podrían charlar en persona tantas veces como quisieran. Mientras tanto, inmersa en sus deseos, saca un par de folios del cajón de la mesa del despacho y la pluma que él le regaló para su cumpleaños y comienza una nueva carta.
Más relatos sobre "Hablar escribiendo" en el blog de Rossina
En esta situación que presentas y en otras muchas se está haciendo normal hablar sin hablar.
ResponderEliminarCada día estoy más convencida que las mujeres somos bastante tontas emocionalmente hablando, si bien ese es un inconveniente que se suele curar con el paso del tiempo. Luego, claro, ellos acostumbrados a lo uno, no entenderán nunca lo otro... que se llama madurez. Ya lo verás, estadísticamente comprobado. Bss.
ResponderEliminarEn ocasiones hay personas que quedan enganchadas a un bonito recuerdo, o un apego hacia otra persona, que no las deja seguir adelante...Pasado el tiempo todo vuelve a la normalidad....Sobre todo si emos sido capaces de darnos cuenta, que no tiene sentido...Porque al otro le importa muy poco lo que nosotras sintamos...Besos.
ResponderEliminarHay necesidades que empiezan siendo eso... una necesidad a la que damos libertad para que se realice, y terminan siendo otra cosa, más pesada tal vez, como pueden sentirse los eslabones de una cadena que nos condena.
ResponderEliminarPero claro, cada una se ata o se libera según lo entienda preciso para su vida. La lástima es no tener como respuesta más que silencio e indiferencia. Has puesto en escrito una experiencia bastante habitual en estos tiempos.
Besitos Cris, buen jueves!
Cuando hubo mucho cuesta soltar amarras, queda siempre un poso y la necesidad de lanzar letras como palabras al éter, el eco las responde.
ResponderEliminarBuenos son consejos, otra cosa es cada cual con sus sentires.
Una reflexión intensa y muy comprensible, besitos.
Que difícil es soltar, cuando el amor sigue dando tumbos en el corazón, cuantas hojas se escribirán, de ahí cuantos poetas vuelcan su sufrir...
ResponderEliminarQue lindo texto.
Un abrazo.
Sí, es difícil decir adiós del todo pero cuando las cosas vienen así es lo mejor, de otra forma no se consigue más que alargar el sufrimiento.
ResponderEliminarUn beso!!
Muy triste la historia de esta mujer que no logra zafarse de esos lazos que no quiern cortarse.
ResponderEliminarOjalá se anime. No le conviene estar asida a un recuerdo.
Un abrazo
tantas veces lo hemos hecho tal vez como modo de exorcizar.
ResponderEliminaro simplemente dejando plasmado en el papel lo que no nos animamos a decir, o bien ya no es tiempo.
Sos la segunda que leo, te elegí al azar O que ese sentimiento no se pierda. Escriba y escriba.
Rochies
Pienso que después de un amor grande, hay un tiempo de separación, pero al final, las dos partes suelen encontrarse y comienzan una amistad, donde lo dejaron. Esta unión puede ser más larga que la relación de entonces. Liberada de la pasión y envuelta en la confianza que dan los años, puede llegar a ser una bonita amistad. ten confianza. Un beso.
ResponderEliminarEs triste que siga apegada a algo que ya pasó porque no la deja avanzar.
ResponderEliminarNo obtener respuestas debe ser un martirio, pero si a ella le ayuda seguir así, cada cual se consuela como quiere.
Un beso.
Cortar por lo sano.... eso "se de be ría", pero del dicho al hecho, hay un gran trecho.
ResponderEliminarMe gustó la situación como la presentas, clarita, clarita...!
(y que no se diga, que yo pierdo la esperanza, en alusión a tu comentario en mi blog... jaja JAMAS, ni muerta!!! por las dudas hice un adenda a mi jueves)
besos!!!
p.d. no me cantas la canción de el pintor que no pintaba rubias?
Hola Crsitina,
ResponderEliminarYo también creo que hay que saber "dejar". Recurdo que hay un párrafo en El Gran Gatsby que lo dice muy bien dicho.
Lo que pasa, es que como "nadie es perfecto", se dan esos casos en los que el uno el el otro / la una o el otro en una pareja se aferran enfermizamente a una relación patológica para ambos.
Bien por tu relato.
Muac
Por fortuna no he sufrido una situación similar, pero no entiendo ese comportamiento. Lo considero enfermizo y un signo de inmadurez. Si una relación se ha terminado, dejará huella, dejará cicatrices, pero intentar prolongarla más allá de la ruptura sólo conduce a un callejón sin salida y a perpetuar un daño innecesario.
ResponderEliminarUn abrazo.
Una vez leí por estos mundos virtuales que el amor es como una gomita elástica y cuando uno la suelta al otro le da en las narices. Bueno, a veces el amor no se acaba al mismo tiempo y al que no quiere soltar la gomita al final le hace daño en la cara.
ResponderEliminarUn abrazo.
Enganchada a un "no", porque en el fondo es eso... no sabe salir de esa relación. Empecinarse no es más que no dejar que el corazón se repare y recupere, la vida tiene estos envites y no son los peores, hay que aprender a seguir viviendo...
ResponderEliminarAl final todo se limita a eso, aprender y saber afrontar que no siempre todo es como deseamos.
Besos
Triste situación presentas pero tan bien razonada que hasta parece logico.
ResponderEliminarun beso
Muy bueno el relato. Besos grandes. Te sigo
ResponderEliminarA veces es muy difícil cortar completamente con alguien que fue parte de nuestra vida, siempre queda esa leve esperanza de poder volver. Esa necesidad de saber cómo está, o si nos responderá algún mensaje. Pero eso no nos permite ser libres. Lleva tiempo tener la maduración suficiente para aceptar que ya no somos parte de su vida.
ResponderEliminarUn texto que me provoca melancolía y cierta tristeza por esa persona que sigue escribiendo y hablando a pesar de todo.
Un beso enorme,
Cris muy bien contada esta historia, ese amor que no termina de arañar el corazón, tal vez a la protagonista le ayude soltar lo que lleva en esas palabras escritas, aunque estoy segura de que cada día escribirá un reglón menos.
ResponderEliminarUn abrazo.
Uuuufff !!!!
ResponderEliminarcreo que en cierta forma se lo que significa ese tipo de relaciones, pues has tocado un tema un tanto conocido para mi ja... si me siento en cierta forma identificada con tu escrito ya que muchas veces me ha pasado lo mismo
Hablando por escrito falta la comunicación no verbal, falta ese sentimiento que te produce la presencia física de la otra persona. Puede ser liberador, porque por otra parte se habla sin cortapisas, y tu protagonista quiere que él sepa lo que ella siente o piensa, en principio no parece querer contacto, ¿verdad?
ResponderEliminarBesos.
Que bonita y triste historia nos cuentas Cris, querer seguir existiendo para él cuando al parecer para él ya no existe.Espero que tu protagonista lo acepte y exista para ella un antes y un después de esas letras. Con un buenas noches bastará y a empezar de nuevo.Un beso cielo.
ResponderEliminar" cuando un jarrón se rompe, por mas que pegues los trozos, siempre se saldra el agua y por tanto, se marchitaran las flores"
ResponderEliminarNo es bueno, no, quedarse enganchada de alguien.
Un beso