Todas las noches el mismo ritual. Entrar en la habitación sigilosamente, de madrugada, y pillar a su presa desprevenida. Quitar las capas que envuelven su atractivo cuerpo hasta llegar a estar piel con piel. Entonces, cuando el deseo se apodera de ella por completo, su lengua recorre cada centímetro de su cuerpo, que adquiere un ligero tono brillante.
No hay marcha atrás. Toca terminar lo que ha empezado unos minutos antes. Un tímido mordisco por acá, otro por allá… Lo tiene claro, no puede dejar ni un solo rincón de ese pequeño cuerpo sin explorar.
Cuando concluye, totalmente satisfecha, vuelve a la cama mientras piensa en la chocolatina que se comerá la noche siguiente. ¡Asco de dieta!
Jajajaja, que bien me has engañado, todas las noches ese asco tan bueno...
ResponderEliminarBESICOS.
Muy bueno, Cristina. Eso de mordisquear chocolate de madrugada es una maravillosa fantasía que si se convierte en realidad ya es el súmmun...
ResponderEliminarMe engañaste hasta el final.
Un abrazo.
Lupe
Lo de pequeño cuerpo era una buena pista, muy bueno Cris,
ResponderEliminarQué asco de dietas y qué placer el chocolate ummmm!!!
Un beso.
ja,ja,ja, dicen que el chocolate es un gran sustitutivo de otros placeres más compartidos. Pero tampoco hay tomarlo como costumbre, que las dietas son muy pesadas.
ResponderEliminarUn abrazo
Chocolate... ummm, menos mal que no sabías, menuda fantasía escondes, ¡la mejor! (esto entre tu y yo...).
ResponderEliminarSugerente, atrayente y apetecible, muy bueno, Cristina
Besos
Perderse en esa envoltura y descubrir que será la siguiente noche o las noches que están por llegar cuando podrá cumplir su deseo...
ResponderEliminarun saludo
Te doy la razón, ¡qué asco! con lo buenas que están.
ResponderEliminarMuy bien llevado el micro con sorpresa al final.
Un abrazo
Ayyyy, y va la tercera que pruebo, tengo ordenador agónico, no entran los comentario, veamos ahora.
ResponderEliminarDicen que el chocolate es vício, pero en plan dieta es rutina, cada noche lo mismo.
Buen giro le diste a lo ensoñado. Besitooooo.
Bien por Cristina bien, bien, bien,bien,bien,bien!!!! pillana. Ayyy!! esas dietas.
ResponderEliminarBesos.
jajajaj
ResponderEliminarCaí, caí, caí, una genialidad.
Bravo por ese humor.
Y que rico es el chocolate.
Abrazo.
Me gusta tu final y el chocolate también. Un beso guapísima
ResponderEliminarFantasticooooooooooooo!! para las que nos sobran michelines por todos lados, no hay mejor fantasia ni mayor placer. Breve e intenso. La risa tambien alimenta.
ResponderEliminarUn besazo
Un chocolatito de madrugada en invierno ... mmmmm! La dieta recomienza el lunes jajajaja!
ResponderEliminarun beso
jejejee...por qué será que el erotismo se iguala con la glotonería cuando estamos forzados a una dieta????????
ResponderEliminarMuy buen texto!
Un abrazo
jajajaja... la comida se hace erótica... y sí... da placeres muy buenos... jeje un beso!
ResponderEliminarCristina: Te acuso formalmente de haber despertado de forma aviesa, con premeditación y alevosía la gula y el apetito primero sexual y luego gastronómico de tus lectores. ¡¡¡Eso no se hace!!!.
ResponderEliminarDivertisísimo y acertado relato sobre encuentros a altas horas de la noche con ese oscuro objeto del deseo.
Un fuerte abrazo.
jajaja
ResponderEliminarno, no te creas, no espio tan bien, me acaban pillando :))
gracias por tu visita y comentario.
:)
Bonito relato de fantasía.
ResponderEliminarBesos.
¡¡¡Fantasía traidora!!! De noche que todos los gatos son pardos, atenta alevosamente contra el equilibrio y la sostenibilidad corporal.
ResponderEliminarY tú, claro... te dejas querer. Es que un poco de chocolatina, es mucho.
Besos
Jajaja! Mira, mi cabeza agarraba por cualquier lado! Pero, le has dado al blanco con la seducción tentadora de aquello que debemos dejar a un lado. Creo que las noches son el peor momento para imponernos restricciones y el mejor para romperlas!
ResponderEliminarGenial el vuelco que le has dado al relato, muy sensual en cada letra y atrevidamente seductor al paladar.
Besitos al vuelo:
Gaby*
Jajaja has logrado engañarme hasta el final!!!
ResponderEliminarMuy buena fantasía Cristina, y la verdad los chocolates también son mi debilidad!!!
Un abrazo enorme.
¡Fantástico relato! Nos llevas de la mano por un camino que concretas hábilmente,nos induces a pensar... para luego sorprendernos con un final inesperado.
ResponderEliminarSiempre he creído que astutas la gran mayoría, y aunque el placer dicen que es equiparable, optamos por los dos para no perdernos nada.
Un beso.
Lo mejor es no comprarlas y dejar solamente asquerosidades como espinacas en la nevera...jajaja!
ResponderEliminarMuy bueno ese final, enhorabuena! Un besito y un cafelito.
Cristina, te has atrevido a un relato sensual y hacer sensual un placer como el chocolate, jejeje. Nos has engañado bien. Olé mi niña!!!
ResponderEliminarUn beso guapa.
Vale Cristina, me has sorprendido, yo no sé porque me esperaba una sopresa tipo vampírica y bueno, en realidad si había algo tipo alimenticio, jejeje.
ResponderEliminarBesos, ha estado muy bien.
Jajaja veo que coincidimos en esto d ella dieta y del chocolate, que son unas excelentes fantasías. Besitos
ResponderEliminarPor algo se dice lo que se dice del chocolate, jejejejejeje
ResponderEliminarUn beso
ola
ResponderEliminarme llamo rosa casada me gustaria hacerlo con otro hombre
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